14 de mayo de 2023

El aspirante en domingos de fondo



Aspirar a ser un runner debiera interpretarse como un acto de sacrificio. No obstante, interesa más el resultado que los severas monotonías que se generan en el camino.  Corresponde entonces entregarse, preferiblemente, al placer matemáticamente deportivo, donde lucen el vigor creativo de una entrenadora y el éxtasis de los entusiasmados seguidores.




Domingo 30 de Abril

Hermoso domingo de otoño. Ya había planificado un fondo tranquilo. Pero tenía que convencer a sus amadas piernas, las verdaderas protagonistas de todas sus locuras. 

Tuvo suerte que habían descansado bien porque está noche el puto gato decidió no dormir toda la noche debajo de ellas.

Finalmente, decidieron acompañarlo, aunque en la mitad del camino hubo un atisbo de protesta, desistieron de la queja. 

Vuelve al velódromo al que no iba desde antes de la pandemia. Apenas entró un veterano ciclista varado en la banquina le pide ayuda. Parecía que sus piernas habían recordado al tango: "esos platos fuertes no son para vos" Tuvo que hacer un  gran esfuerzo para poder sacarlo de la bici por sus piernas agarrotadas. Sin embargo, su espíritu pudo más que sus músculos, salió de la bici y se paró. 

Siguió su camino tranquilamente. Un runner experimentado lo supera y con el pulgar en alto le susurra "buen ritmo". Mientras otro corredor lo saluda muy amablemente  desde el otro carril. Está llegando entero a la meta perseguida. Se lo debe a sus queridas piernas, quizás a las nuevas "llantas", y seguramente, a las ganas que inspiran sus clases de running.

 



Domingo 7 de Mayo

Nuevamente, como todas las tempranitas mañanas de domingo, el aspirante a runner dialoga con su puto gato. Es que cuesta salir de la zona de confort sobre todo para el felino malcriado que te mira con una mirada amenazante y tenebrosa que solo los que tienen gatos entenderán. El turro parece decirle, "para que vas a correr gil, para competir con vos mismo? Anotate en un maratón si sos macho" Aunque él le explica que lo hace para estar en estado saludable, para por ejemplo, poder trepar a los techos para "buscarte cuando te rajás". Pero finalmente el aspirante a runner consigue salirse con la suya, salta de la cama, se asea, y sale a recorrer el trillado sendero del corredor aeróbico con su modesto fondo.Hermosa mañana para el trotecito lento, que se le puso más duro cuando sopló el viento en contra. Aunque, al fin y al cabo, lo que cuesta vale.

Finalmente, llegado al destino final, el chabón, para salir del ayuno, se manda dos aceitunas y un jugo de dos naranjas y un limón con, que no le vaya a faltar, la creatina. Y terminar la jornada con unos mates amargos, como de costumbre.


Domingo 14 de Mayo

Desde que se inició en la práctica, en el eterno recreo de correr, su vida comenzó a parecerse a una serie de running de Neflix. 

El cree seriamente que la meta, como en el psicoanálisis, consiste en liberar la imaginación. 

En este clásico fondo de los domingos el  "aspirante" pensaba en el yo del recuerdo, en el tiempo perdido, en las personas que lo abandonaron, en los sentimientos que no volverán. 

En un momento se sintió triste. Pero optó por seguir su marcha a ritmo regular. 

De pronto comenzó  a sentir la música de las zapatillas al tocar el suelo, la respiración agitada, el viento en la piel, el canto de los pájaros y ríe, solo y tranquilo, sin que las miradas de los otros le importe un carajo. Y estaba muy bien así. 

Después de una hora de trote se dió un descanso, se permitió caminar un rato. Calculó que su aspecto de marginal se había acentuado a lo largo de la mañana. 

De todos modos acumula, paradójicamente, un compendio aceptable de satisfacciones. Imposibles de ser tergiversadas como inútiles.


Jueves 18 de Mayo

Anoche me suspendieron el entrenamiento de

running, contra mi voluntad, y aunque me

pasaron la rutina para hacer por mi cuenta, por

la falta de estímulo, no pude dejar la zona de

confort y quedé maratoneando series.

Hoy no estaba en mis planes correr 10 km. pero se hizo necesario para sublimar mis instintos.


Martes 23 de Mayo

Clima apacible, poca gente por el barrio pero al entrar al corredor hay bastante, que lo aprovecha a su manera.
Unos deambulan serenamente, otros pasean el perro, andan en bicicleta, hacen footing o disfrutan tomando mate.
Mientras él corre a su ritmo, sumido en sus cavilaciones, suelen adelantársele jóvenes corriendo, en actitud desafiante.
Quizás correr tranquilamente mientras se contempla el paisaje no encaje con su mentalidad.
En contraste, él está (aunque no se jacte de ello) acostumbrado a que lo superen, después de todo él no es kipchoge
De todos modos, no le produce ningún fastidio.
Ellos tienen su ritmo y su tiempo propio. Y él su ritmo y tiempo propio. Y es lógico que así sea.
Es más, ve a los jóvenes que lo superan y siente una profunda envidia cuando corren bien, con elegancia.
En definitiva es bueno sentir que tu cuerpo se va acostumbrando al esfuerzo y que además sirva para acumular millas.

Sábado 27 de Mayo


Ya está bastante acostumbrado, bastaba ponerse el jogging (la mañana está fresca), las zapatillas y el buzo, tomar un vaso de agua y salir.

Poner en funcionamiento su cuerpo tal vez no sea gran cosa, pero, en cualquier caso,  a él le resulta de mucha utilidad.

Sus músculos, como diría Murakami, son tan testarudos como él. Memorizan y aguantan y en cierta medida mejoran.

Dicho de otro modo, con la edad uno va acostumbrándose con lo que tiene. Quizás sea una de las pocas ventajas que te dan los años. El cielo está claro y despejado y el viento otoñal, aunque haya que resistir su empuje, te mantiene fresco.

Por ahora los tiempos no le preocupan. Intenta aumentar el recorrido. Como decía Hemingway "continuar es no romper el ritmo". Una vez que ajustas el ritmo lo demás viene solo.



Domingo 4 de junio


Puede hacer un despliegue de objeciones infinitas a su deseo de correr.

Para qué corrés? Te vas a joder las rodillas. Estás muy flaco. Qué ganás?. Los domingos son para levantarse tarde. Vos ya estás para darle de comer a las palomas en la plaza.

Sin embargo, una energía que se manifiesta nunca es una amenaza, solo es un desafío, una oportunidad magnífica de efecto inmediato.

Ese oxígeno extraño y liberador que nos inunda y un vértigo que abriga la inesperada sensación de estar a salvo.


Domingo 11 de junio


Como todas las mañanas de domingos se pone el jogging se calza las llantas y sale a correr porque siente la necesidad de moverse.

La continuidad del espacio del tiempo y de la voluntad. Hacer posible lo pensado. 

La primera sensación que debería trasmitir es lo que experimenta cuando corre.

Y digo debería porque dudo que las palabras escritas puedan dar una idea.

Porque no basta con declarar que lo de él es una sensación placentera empujada para obedecer al deseo y condicionada por la voluntad de sus piernas y sus músculos.

Más valdría alguna metáfora, imaginar una sensaciones imaginarias  para expresar una sensación conocida.

Así andamos, entre la necesidad y la imposibilidad.



Domingo 18 de junio


Feliz día, de fondo, papá

Domingo a la mañana, enojado con el universo, maldiciendo por lo del puto gato, y con ganas de quedarse en casita.
Pero de repente la mala onda se le había pasado y pensó que era una lástima rifar un fondo dominguero.
Después fue al baño, se miró en el espejo y dado el día especial, se afeitó.
Y como suele ocurrir en estos clásicos de vicio se encaminó decidido al corredor.
Tenemos que calentar los músculos, a trotar, se dijo, que tenemos que vivir sin sobresaltos físicos.
Esa maldita costumbre de ponerse sentimental la solía superar con una mínima satisfacción, que aunque pequeña, satisfacción al fin.
En el corredor, por el día y por el frío, se podía distinguir un cuadro que reflejaba una áspera desolación 
Se vislumbraba, al contemplar, solo a corredores a los que un día como hoy les resulta perfecto.
Lo importante, reflexionaba, era hacerse el boludo, y aunque sea por un momento, ser indiferente a todo. Y ser feliz.




Martes 20 de junio

Día de la Bandera

En ocasiones en su rostro se adivinaba el deseo de no salir de la zona de confort. 
Aunque lo importante, reflexionaba, era no ser indiferente y hacerle frente al mundo.
Era fenomenal la idea de visitar el gimnasio para ejercicios de fuerza, pero el horario acotado y la numerosa concurrencia, habitual en días feriados, lo hizo cambiar de idea.
Pensándolo bien, se dijo, no me vendría mal un fondo tranquilo. Además quería probar la nueva camiseta térmica. 
Recurrente y apacible recorrido poniendo lo que siempre pone, lo mero principal.
Volvió a casa contento porque había cumplido sus expectativas y dándole gracias a la burocracia cósmica por los servicios prestados.




Domingo 25 de junio


Hermosa y cálida mañana de domingo que a diferencia de los días más fríos suelen frecuentar el corredor mayormente caminadores.

También hay corredores de larga distancia,  gente que se parecen y que difieren de los que practican otros deportes porque cada cual va por su cuenta, aislados y meditabundos.

Todos dan la impresión que están pensando en algo. Tal vez no piensen en nada pero dan la impresión de no tener la mente en blanco.

Aislado, pensativo y desconcertado, se cruza con varios conocidos. Gente que lo conoce, que quizás conoce otra  versión suya, la del pasado.

Lo interesante de la jornada es que aprendió, en medio del invierno, que había en él un verano invencible.



Miércoles 28 de junio


Analizar las corridas es un divertimento 

Tener nada para decir, no es ninguna garantía de eficiencia en la acción.

Con la celebración de la parquedad, adapta, de forma bastante sencilla la estrategia de jactarse de aquello que le falta del discurso.

Sentencias, en definitiva, gastadas por el abuso cotidiano.

Aunque lo de hoy no es el caso. 

El jesica team tiene su punto de encuentro en el gimnasio. 

Pero en el momento citado había tantas ausencias que si faltaba uno más no cabía.

Pero él no podía ni debía desaprovechar la oportunidad de salir a correr para despuntar el vicio

Unas vueltas al velódromo y la vuelta a casa.

Pero eso no fue todo.

No podía imaginar que al entrar de nuevo al corredor se iba a cortar la luz. 

Siguió su marcha, sin prisa pero sin pausa, con la esperanza del retorno diurno.

Pasaban los km. y seguía adivinando el suelo.

Aunque nunca había corrido a la luz de la luna, le resultó muy placentero. Una hermosa luna que invitaba a disfrutar del momento.

Llegando al fin del camino se hizo la luz. Y volvió a la realidad real.

Un incidente desagradable con un tren repleto de gente detenido en la estación Muñiz y muchos policías en acción.

Demás está decir que su curiosidad no fue suficiente como para detener la marcha.

Al regresar a casa, se sentó para desearle pronta mejora a su entrenadora y reflejar lo vivido.



Domingo 2 de julio


Hoy se levantó de buen humor.

El boludo publica un reel en las historias de Instagram invitando a los compañeros runners a compartir un fondo dominguero.

No parece que muchos lo hayan visto pero se encontró con varios conocidos.

No le va tan mal en el fondo. Como siempre, le cuesta un esfuerzo extra al principio, hasta que sus músculos adquieren la temperatura adecuada y consigue la velocidad crucero.

Y todo se convierte finalmente en un paseo.

A veces, se pregunta si no es algo creado por su mente.

No importa, se dijo, al fin y al cabo, no encontró algo que lo emocionara tanto desde el día que se dio cuenta que había finalizado la hora de la política. Que había perdido ese oleaje imponente que lo mantuvo sacudido durante mucho tiempo y terminó tragado por una cotidianeidad inevitable desprovista de acechanzas.

Y así, en un abrir y cerrar de ojos fueron pasando los kilómetros.

A decir verdad, él no tenía ninguna prisa.

Pero una vez que había llegado hasta alcanzar el objetivo, ya no tenía sentido volver atrás. 

Que le vamos a hacer.



Domingo 9 de julio


Como siempre empezaba un nuevo domingo 

Encaminaba sus pasos hacia el espacio tan trillado.

A menudo, reflexionaba, la gente que tiende a lo sano sólo piensa en lo sano y al contrario la que tiende a lo insano solo piensa en lo insano.

Según él, para tratar con cosas insanas tiene que estar lo más sano posible.

Tal vez tendrá que acostumbrarse a tener ideas que posiblemente no tengan nada que ver con lo correcto o lo incorrecto.

Hay cosas que surgen de alguna parte y viven dentro de uno, cosas que uno no puede elegir, a las que no puede darle una respuesta.

Finalmente, todo lo que había sentido hasta ese momento proveniente de su interior se fue desvaneciendo.

Aunque los fantasmas siempre estarán presentes, comprendió que ya no podía seguir un hilo de pensamiento y renunció a seguir pensando.

Las fuerzas que aún no habían abandonado su cuerpo lo intiman a no quedar inmóvil. Sin ellas no podría llegar a ningún lado, por eso siguió corriendo. 




Domingo 16 de julio


Otro domingo de fondo. Es que prefiere toda la vida el caos, el barullo y la torpeza de ese gil que se levanta temprano con 0 grados de temperatura solamente para alimentar la ilusión boludisima de que algo está ahí para experimentarse en soledad y que viene acá a contarlo como si fuese Sai Baba, que a esa turba que se quedó cuatro horas más en la cama durmiendo, garchando o haciendo huevo. 

Es que su vida se compone de un número indefinido, y tal vez infinito, de supersticiones  maravillosas. El cree que nunca es solo la corrida, es la corrida y otras cosas.

En todos los detalles que se revelan sin quererlos ni buscarlos.

Una energía que se manifiesta no solo en el cuerpo, sino, también en la imaginación. Y en el entorno que se genera.

Hoy en una típica precariedad de supersticioso cree que su rodilla tiene algo para decirle. 

Sin embargo, su rodilla siniestra se la bancó poniendo lo que hay que poner para llegar a destino.

Darlo todo y que el mundo no se termine por una molestia y poder volver tranquilo a casa.


Domingo 23 de julio


Para la mayoría los domingos suelen ser un

día de oasis en la semana. 

Sin embargo, para él solían ser de aflicción.

Pero todo cambió cuando comenzó su manía por correr.

Siempre fue de buen dormir, pero cuando algo lo despertaba, por ejemplo el puto gato, se desvelaba. 

Y eso implicaba bajar el rendimiento. De todos modos no era este el caso.

En este apacible y agradable domingo, a pesar de estar en pleno invierno, estaba en la ruta tan frecuentada mirando hacia adelante con el movimiento de sus brazos y piernas acompasados.

Su mente parecía inclinarse a pensar en algo nada excepcional pero interesante.

Tal vez, las inefables sensaciones están y estarán, indudablemente, a merced de las circunstancias.

Parafraseando a Descartes, corro, luego existo.


Domingo 30 de julio

Resulta sorprendente que pasara lo que pasara, todos los domingos tenía que hacer la misma ruta, y la misma distancia. Era una regla inamovible  sin margen para excepciones 
En cada palabra que luego empleaba eran simplemente por la necesidad de dejar constancia, mediante las palabras, de las historias que vivía en su realidad 
Eso era todo. Por consiguiente, nunca había tenido ambiciones literarias
Esta vez estaba de buen humor, la verdad es que andaba despreocupado, sin apuro.
El cielo mostraba una claridad diáfana y se sentía la dulce tibieza de los rayos del sol sobre la piel.
Se puso a contemplar el paisaje.
Uno se daba cuenta, al observar el aspecto, que la  gente que iba al corredor lo hacía para respirar aire puro y conectarse con la naturaleza.
Parejas jóvenes, chicos jugando, muchos paseando sus perros, corredores y no podía faltar, en este momento, propaganda electoral.
Sin poder reprimir las ganas de seguir corriendo, sin embargo, el resultado era natural y armonioso.





Domingo 6 de agosto

No había prisa. Bastaba con esperar pacientemente que el tiempo pasará.
Así era como progresaba en los fondos, de manera espontánea 
Tenía la impresión de que su cuerpo se había aligerado.
Se dió cuenta que había surgido una especie de entusiasmo mientras se alejaba de la realidad, 
Le solía  pasar seguido, a medida que las dudas existenciales crecían se sentía más atraído por la ficción. 
Sin embargo, cuando volvía a la realidad sentía una gran frustración. 
Es que en la ficción no hay respuestas lógicas, al contrario de la realidad que debería haberlas.
Cuanto más alto era el umbral mayor era la dicha obtenida.
Pensaba en lo extraño que es la memoria. Nos acordamos de algo muy minuciosamente u olvidamos algunos detalles quizás más importantes, fenómeno que él, claramente, experimentaba de manera espontánea, por motivos que en el fondo lo superan.
Mientras tanto, intentaba olvidarlo todo. Guardar lo recordado hubiera sido una equivocación.
En definitiva, aunque la previsibilidad de la experiencia del aspirante, produzca el menor apasionamiento, puede servirle, al menos, para desinflar el globo de su ego.
El largo y extraño fondo de domingo estaba llegando a su fin.



Domingo 20 de agosto

Tenemos dos vidas y la segunda comienza cuando nos damos cuenta que solo tenemos una, nos decía Andrade.

De manera que siendo ésta la única vida que tenía, y que no podía cambiarla, no le quedaba más remedio que vivirla.Al anarco runner nadie lo había obligado, él se había metido conciente de lo que implicaba.

El mecanismo ya estaba en marcha y él se convirtó, sin duda, en un engranaje más del mecanismo.

En definitiva, se encontró con algo que le dió impulso a su vida y se aferró a esa disciplina casi sin darse cuenta.

Aunque se entregue a la obsesión, aquí y ahora, de exigir su cuerpo, qué tendría que perder.

Al fin y al cabo no se consigue un logro relevante sin una práctica constante  Y como lo describe Murakami "Lo importante es ir superándose, aunque solo sea un poco con respecto al día anterior. Porque si hay un contrincante al que debes vencer en una carrera, ese no es otro que el tú de ayer".



Domingo 27 de agosto


Qué sentido tenía levantarse de la cama, afeitarse, ponerse una remera, un buzo y salir. Si afuera lo aguardaba, aunque fuera un espléndido domingo con un impertinente sol de agosto, la nociva inactividad, donde podría haberse refugiado.

Pero ocurre que él tiene más atributos de atorrante que de otario. Téngase en cuenta, además, que cuenta con una incuestionable voluntad de acción. 

Por consiguiente, entonces, podría sentirse reconfortado con su accionar deportivo.

Esta historia encierra, estimado lector, una moraleja:

El que se resiste, insensatamente, a terminar con la inactividad sedentaria, es inútil que pueda zafar de las repercusiones del efecto.

Cada uno debe elegir entre uno de dos dolores:

El dolor de la disciplina

El dolor del arrepentimiento.



                      Domingo 3 de setiembre 

El cree que el lugar correcto siempre, siempre, es el ahora. 
Y con simples cosas, como caminar o correr, regresará a esa cita habitual que tiene que atender consigo mismo, a ese silencio necesario. No hace falta más.
Justo cuando sus reflexiones lo habían llevado a ese punto había surgido algo que podría llamarse entusiasmo, ganas y disposición.
Sin embargo, este domingo estuvo lloviendo desde temprano.
No era una lluvia demasiado intensa, pero si pertinaz.
Es un trago amargo tener que suspender el fondo, pero a él no le gustaba actual bajo la influencia de las inclemencias climáticas.

Por lo tanto, marcha conscientemente hacia el sacrificio de ofrendarse para una estadía en la cama, enclaustrado con la familia no humana. Maratoneando series, escribiendo y leyendo.

 



Domingo 10 de setiembre

Tuvo un despertar agradable, los músculos de sus piernas estaban ágiles, a la espera de un estímulo.
Se había acostumbrado a aquella vida, que se convirtió en una rutina.
A pesar que fueron varias las insinuaciones que recibió para participar de las corridas por San Miguel, sin embargo, no fueron suficientes para persuadirlo.

Los pretextos que esgrime resultan intelectualmente boludos y más grave los razonamientos para precipitar el  rechazo.
Consideraba que solo poseía el titulo de aspirante a running. 
Y, además no se imaginaba esbozando una sonrisa en la carrera.
Finalmente, cambio una corrida grupal por una corrida de fondo solitario.
El corredor estaba bastante concurrido.
Desde un anciano insidioso paseando un perro mestizo. Una mujer lerda con una energía vital digna de respeto. Mucha gente caminando, corredores y ciclistas.
Parejas tendidas en el pasto, conversando o mateando.
Comprobó que, en realidad, el mundo era una acumulación infinita de pequeños mundos. 
Por otra parte, en el mundo también existe un amplio y nítido paisaje cósmico.
No era sencillo decidir en qué realidad él debería entrometerse.
Tiene muchas preguntas y pocas respuestas 
Qué se le va a hacer.




Domingo 17 de septiembre
Un domingo con el cielo tomado por densos nubarrones y de a ratos con vientos fuertes que no presagiaban nada bueno.
Pero, luego de ver el pronóstico de Google donde anuncia la improbabilidad de lluvia,  y a pesar de lo que veía a través de la ventana, decide suspender la incredulidad, se calza las tenis y se dispone a salir.
Tenía por costumbre reflexionar mientras corría.
Por asuntos cotidianos o cuestiones metafísicas.
Él no es un delicado que cae a tierra desolado ante el primer revés, ni un escéptico que observa el esfuerzo de la marcha de la humanidad desde las alturas de una intelectualidad estéril.
Cree en la lucha, aunque sin abrigar ninguna ilusión al respecto, está preparado contra toda desilusión.
La inseguridad, la desesperanza y el miedo se habían esparcido por toda la sociedad.
Sin embargo, al mismo tiempo, en cada momento uno se vincula a otras vidas que hacen posible el optimismo.
Ojalá nunca se haga tarde para empezar a valorar a esas personas y darte cuenta que nunca se encuentra a la misma persona dos veces en la vida.
Durante una hora atormenta su mente y sus músculos.
Derrama sudor y los pulmones y su corazón trabajando a toda marcha.





Domingo, 24 de setiembre

Sin dejar de mirar al cielo emprendió el rutinario fondo de los domingos, más temprano de lo habitual.
Estaba profundamente concentrado. Percibía consigo sus valientes piernas.
En un momento lo amenaza la lluvia pero no se dejó  amedrentar y siguió camino.
Había pasado los dos kilómetros y se encuentra delante de él con un experimentado que corre con la camiseta de boca a su misma velocidad. 
Aprovecha para chuparse durante un rato hasta que decide superarlo.
Pero, casi inmediatamente, el tipo cambia su ritmo y se le adelanta. Uno nunca sabe que pasa por la cabeza de un corredor. Quizás se sintió tocado en su ego, vaya uno a saber.
Volvieron a la posición inicial, corriendo pegaditos hasta el final del corredor donde se separan. 
Solía tener la garganta reseca haciendo fondo pero retomó la costumbre de usar chicles y lo evitó.
Una vez cumplido el objetivo el aspirante vuelve a casa cansado pero contento como se ve en la selfie que el boludo se saca para demostrarlo.





Domingo 1 de Octubre
Nuevo domingo de fondo. Mientras la mayoría descansa él decide torturar sus músculos y limpiar su mente. 
Pasó el tiempo en el que el gil sentía la inseguridad de no saber si remaba contra la corriente. Del haber sentido miedo. Y también vergüenza. 
De haber vivido esa sensación de saber que se estaban riendo de él (y de su capacidad deportiva) pero tuvo siempre clara su razón para seguir y seguir.
Fue saber que sus metas no eran los tiempos sino lo que crecía cuando las transitaba hasta llegar a la meta que se proponía.
Cada día él elije cuales son las montañas que desea atravesar. Y mientras esté lúcido será un librepensador, pensará lo que quiera y cuando quiera.



Domingo 8 de Octubre

Muchas personas van al corredor en estos domingos primaverales. 
Destacan los locos de las carreras y algunos ciclistas.
En ocasiones, ancianos solitarios pasean a su perro. Perros y amos parecen igual de taciturnos.
Él nunca había sido demasiado sociable. Por eso, hacer esa actividad en soledad no lo incomodaba.
Sin embargo, al observar aquellas imágenes, tenía siempre la sensación de estar acompañado.
Domingo tras domingo la misma rutina. Pero esa vida no le aburría en absoluto.
A veces tenía las piernas doloridas, y a pesar de ello, nunca abandonaba.
En definitiva, el impulso vital que sentía superaba cualquier lógica. Un intenso deseo, el combustible. Al fin y al cabo, no se puede vivir sin deseos.
Además, lo que se cultiva durante algún tiempo, conjeturaba, no desaparece, tragado por la nada.
Finalmente, cayó en la cuenta de por qué tenía sentido seguir haciéndolo. 
Sumido en su pensamiento se olvida del paso del tiempo.





Ayer visitó al cardiólogo. Hacerse un estudio es como lanzar una moneda al aire, uno nunca
sabe de que lado caerá
Por suerte para él está condenado a seguir con el running.
En busca del tiempo perdido, dos días sin actividad física, hizo que adelantara el fondo.
Porque donde hay esperanza siempre hay una prueba. 
Debía demostrar que el cardiólogo tenía razón.
A pasos lentos pero firmes cumple la rutina.
Supone que es cierto lo de la generación de felicidad que producen las corridas
Culpables, por ejemplo, la dopamina, la hormona de la recompensa y la satisfacción
La serotonina y las endorfinas, que funcionan como antidepresivos.
Con seguridad, las corridas tengan que ver con el precio que uno debe pagar por un
estado de bienestar
Podría decir con Borges, el hoy fugaz es tenue y es eterno; otro cielo no esperes, ni otro
Infierno.




Domingo 22 de Octubre

 Ya cumplí con felicidad mi deber cívico de votar en contra de esta troupe de hijos de puta profesionales comandada por Massa, Cristina, Máximo, Kicillof y Alberto (¿quién?), destructores del peso argentino y del tejido
social, agentes leudantes de la miseria, parásitos aplanamentes que, como el caballo de Atila, donde pisan no vuelve a crecer una idea; a quienes maldigo y les deseo que no tengan ni un
solo día de paz en lo que resta de sus putas vidas, que el daño propiciado por ellos les vuelva multiplicado con la misma inercia inflacionaria que le imprimieron a la economía local. Permita
la burocracia cósmica, en su infinito despliegue kármico, que sus ingenieros más ladinos diseñen para todos ellos infiernos a medida, que les salgan almorranas del tamaño de una pera y no se puedan sentar más, que tengan siempre un viejo con cataratas adelante intentando operar un cajero automático escrito en arameo, que pisen mierda descalzos y con las uñas largas, que nadie se ría de sus chistes,  que les mastiquen con la boca abierta al lado del oído y,
fundamentalmente, que se atrofien sus simientes y no dejen descendencia, no como acto vindicatorio, sino para garantizarle al pueblo argentino que no quedará en este bonito
país ni una ínfima célula que lleve su capacidad destructiva. Amén.



Un particular domingo de fondo en clave electoral.
La ignorancia, el oscurantismo, el mal gusto o la estupidez no son fruto de simples carencias, pensaba mientras corría, sino de otras tantas fuerzas activas, que se afirman furiosamente a la menor oportunidad. 
Es probablemente uno de los rasgos más desoladores de la naturaleza humana y especialmente argentina.
Cuando Samuel Beckett escribió "Lo intentaste. Fracasaste. Da igual.
Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor", frases que inundan
memes, tatuajes, tazas y camisetas, es la interpretación que el escritor dublinés hizo del mito griego de Sísifo, aquel condenado a acarrear la misma piedra una y otra vez hasta
la cima de una montaña.
Quizás, como en el mito, especula en que el fracaso sea algo inevitable con lo que los argentinos nos topamos a pesar de todos los intentos y todos los esfuerzos. 
En definitiva, la política no debería prescindir de la razón. Si la política prescinde de la razón es una forma de locura.
 Hay gente que no llega a fin de mes que votó para Presidente al Ministro de Economía responsable de que no llegue a fin de mes. Argentina, no lo entenderías.



Domingo 29 de Octubre
Hoy toca fondo.
Motivación 0 Disciplina 1
Si músculo es el órgano de la longevidad, aquel
que corre, más allá de los 60, dista de ser un gil.
Merece más la admiración que la indulgencia.
El cielo tiene un aspecto amenazador, cargado de
nubes y por momentos, lluvía.
Parecía una advertencia alentadora.
Para los corredores un dia como hoy les resulta
perfecto.
Tenía la mente despejada, alimentaba la ilusión de
que algo estaba ahí para experimentarse en
soledad y aparecer acá para contarlo.
Prefiere ser un boludo que se levanta
temprano, que ser esa turba que se quedó cuatro
horas más en la cama durmiendo, garchando o
haciendo huevo.



Domingo 5 de Noviembre

Como todos los domingos, único día de la semana que lo recibe, hojea el diario. 
No encontró nada que le llamara la atención, le parecía estar leyendo un ejemplar de la semana anterior. 
Dejó el diario y comenzó a prepararse para la saga dominguera.
Era una mañana agradable. Apenas había gente de a pie en el corredor. La mayoría corredores.
Sin embargo, no se cruzó con ningún miembro del team Activarte.
Contempló un rato el paisaje, el de siempre. Nada nuevo bajo el sol.
Disfruta el comienzo y el final, casi simultáneamente, de las corridas; y el de la libertad de escribir las historias por el mero placer de hacerlo.
En definitiva, los deseos que no se cumplen se pudren sin dejar rastros.




                    Domingo 12 de Noviembre
Quizás las cosas más sencillas sean las más difíciles de comprender.
Si bien no se puede prescindir de la acción física, sin embargo, para muchos resulta ser una pesadilla.
No obstante, dadas las circunstancias, él sigue pensando que los fondos, además de las bondades en lo físico, son la mejor opción en épocas electorales.
Sobre todo, porque no le falta esa sana suspicacia para alcanzar cierta sabiduría mientras corre.
Como no podría ser de otro modo piensa en clave electoral.
El es un fiel detractor del todoeslomismismo. 
Y cree que la expresión "ser tibio" es de las cosas más imbéciles (y mirá que hay muchas) que tiene este país. Palo a palo con ese otro sintagma para monitos llamado "tener códigos".
No obstante, hará lo que considere más prudente, pero en silencio, porque todos los que están escribiendo para justificar lo injustificable les va a dar mucha vergüenza en poco tiempo.
Sabe que, pase lo que pase, uno va a seguir siendo parte de este mundo.




                   Domingo 19 de Noviembre

En una noche lujuriosa, con rompebolas animales no humanos, que terminó en desvelo a las siete de la mañana, se preguntaba, qué hacer.
Cumplir con el deber cívico muy temprano siempre lo descartaba, no sea cosa que no aparezcan los designadas autoridades y lo enganchen al gil para la mesa.
Se prestaba la mañana primaveral para el deber físico. Una buena oportunidad para el clásico fondo de domingo.
Buena decisión. Un corredor aeróbico muy concurrido sobre todo por corredores.
En la vuelta a casa lo esperaba un baño de agua fría muy reparador y aún temprano para desayunar, se encaminó al cuarto oscuro.
Como lo había anticipado, votaría silenciosamente, aunque asegura que nunca lo haría por este gobierno de mierda. 





Domingo 26 de noviembre

El domingo, la mañana y su tedio.
Piensa, ya sin asombro, que una satisfacción lo espera. 
Es que no hay como correr suave por la mañana, contemplando el paisaje, liberando toxinas. 
Aunque el calor apriete.
Es posible que ver a diario una gran cantidad de gente corriendo le da sentido a la idea de que están experimentando algo que los apasiona. Por la razón que sea.
Sin embargo, se necesita una cantidad de energía nada despreciable.
Pero, si algo merece la pena, hay que poner todo el empeño (y a veces un poco más).
Y, aunque le digan que eso no es propio de gente normal y que están en su sano juicio, él sigue corriendo.
Lo cierto es que, en mayor o menor medida, para bien o para mal, una transfiguración se produce en el escenario de la vida de un corredor.
Parafraseando a Descartes podría decir, "Corro, luego existo".




Domingo 3 de diciembre



A veces no es fácil salir un domingo a hacer fondo, sobre todo si pinta un tiempo inclemente.
Motivo por el cual el corredor se encontraba casi vacío. Solo se le animaban algunos corredores.
Porque la adicción suele imponerse a la razón.
No es de extrañar, entonces, que hoy , mientras corría, se encontrara con algunos adictos conocidos. Aquellos a los que no les hacen mella ni el calor, ni el frío,  ni el terreno, ni la lluvia.
Se saludó con un corredor al que conoce pero no sabe el nombre, con su amiga patri y con mechi, su compañera de team, con la cual estableció un diálogo a las corridas.
A veces es solo un encuentro el que te salva del aislamiento, lo que te rescata de la soledad.
En definitiva, un lindo día para correr, con una pertinaz llovizna, que cualquiera que corre lo sabe, te mantiene fresco.


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Prefiero lo tortuoso del ritual que la comodidad de la decadencia

Aunque sepamos que nuestras ilusiones no habrán de cumplirse nunca, sigamos acariciándolas. Lo contrario sería –como pensaba Wimpy– confundir una ilusión con un pagaré. Sigamos soñando y esperando lo imposible.



PD. Lo hace regularmente, no porque sea lo más placentero, sino porque detesta no sentirse bien. Y el ejercicio le equilibra la química cerebral, le mantiene en condiciones el chasis y en la medida de las posibilidades, le deja tirando a bonito.

11 de mayo de 2023

Todos somos caníbales








CLAUDE LEVI-STRAUSS




Para los amerindios y para la mayoría de los pueblos que durante mucho tiempo no conocieron la escritura el tiempo de los mitos se identificó con la época en que hombres y animales no eran  totalmente distintos y podían comunicarse entre si.

Hacer coincidir el inicio de los tiempos históricos con la torre de Babel, con el momento en que los hombres perdieron el uso de la lengua común y dejaron de comprenderse, a estos pueblos les habría parecido como aceptar una visión singularmente reductora de las cosas, Para ellos, el fin de la armonía primitiva se produjo sobre el telón de fondo de una situación mucho más vasta y afligió no solo a los seres humanos, sino a todos los seres vivos.

Aún hoy, se diría que se ha mantenido en nosotros la confusa conciencia de la primitiva solidaridad entre todas las formas de vida

Nada nos parece tan importante como el hecho de imprimir el sentimiento de esta continuidad, desde el nacimiento, en la  primeros libros que les ponemos ante los ojos a nuestros niños. Les muestran mucho antes de que los vean, al oso, el elefante, el caballo, el burro, el gato, el perro, el gallo, la gallina, el ratón, el conejo, etc., como si fuera necesario imprimir en nuestros pequeños, desde la más tierna edad, la nostalgia de una unidad que pronto reconocerán perdida.

Por lo tanto, no es sorprendente el hecho de que el asesinato de seres vivos con fines alimentarios plantee a los hombres, sean o no conscientes de ello, un dilema filosófico que todas las sociedades han tratado de resolver. El Antiguo Testamento lo convierte en una consecuencia indirecta de la caída original. En el jardín del Edén, Adán y Eva se alimentaban de frutasy semillas (Génesis, I,29). Recién a partir de Noé, el hombre se volvió carnívoro (IX,3). Es significativo que esta ruptura entre el género humano y los demás animales preceda inımediatamente la historia de Babel y a la separación de los hombres entre sí, como si esta última fuera la consecuencia o un caso particular de aquella.

Este tipo de concesión hace que la alimentación carnívora sea una suerte de enriquecimiento de la dieta vegetariana. Por el contrario, algunos pueblos sin escritura ven en la dieta a base de carne una forma apenas atenuada de canibalismo. Ellos humanizan la relacIón entre el cazador (o el pescador) y su presa, concibiéndola en términos de una relación de parentesco: como una alianza matrimonial o, incluso más directamente, como una relación entre cónyuges (asimilación facilitada por el "parentesco" que todas las lenguas del mundo instituyen entre el acto de comer y el de copular).

La caza y la pesca aparecen así como un típo de endo-canibalismo.

Otros pueblos, a veces los mismos, piensan que la cantidad de vida existente en el universo debe ser siempre equilibrada. El cazador y el pescador que sustraen un fracción  deberán, por así decirlo, rembolsarla a expensas de su propia perspectiva de vida. También esto representa una forma de ver la alimentación carnívora como una forma de canibalismo, de autocanibalismo. Porque según esta concepción, aún creyendo que comen a otro, está autodevorándose.

Hace aproximadamente tres años, a propósito de la epidemia "de las vacas locas", que entonces no era tan de actualidad como ahora, en un artículo del 10/11 de octubre de 1993 "Somos todos caníbales" explicaba a los lectores de La Repubblica que las patologías similares de las que el hombre era cada tanto víctima -"kuru" en Nueva Guinea, nuevos casos de la enfermedad de Crutzfeld-Jacob en Europa (derivadas del suministro de estratos de cerebro humano para curar problemas del crecimiento)- estaban ligadas a prácticas relacionadas, en sentido propio, con el canibalismo, término cuya noción era necesario ampliar para incluirlas a todas. Y resulta que ahora nos enteramos de que la enferrnedad emparentada que hoy afecta a las vacas en la mayoría de los países europeos (enfermedad que presenta, para el consumidor, un elevado riesgo de mortalidad) se transmitió a través de las harinas se origen bovino con las cuales se alimentaba el ganado. Por lo tanto, es consecuencia de la transformación de las vacas mismas en caníbales, transformación operada por el hombre siguiendo un modelo que, en la historia tiene, por su parte, precedente.

Textos de época afirman que durante las guerras de religión que ensangrentaron a Francia en el siglo XVI, los parisinos hambrientos se vieron forzados a alimentarse con un pan a base de harina obtenida de huesos humanos, extraídos de las catacumbas y molidos.

El vínculo entre la alimentación a base de carne y el canibalismo, ampliado hasta conferirle una connotación universal, tiene, por lo tanto, raíces muy profundas en el pensamiento. Retorna a un primer plano con la epidemia de las vacas locas porque, al miedo de contraer una enfermedad mortal, se suma el horror que tradicionalmente nos inspira el canibalismo, extendido ahora a los bovinos. Pese a estar condicionados desde la primera infancia y habituados a recurrir a carnes sucedáneas, sustitutivas, ciertamente seguimos siendo caníbales. No obstante, es un hecho que el consumo de carne ha disminuido de una manera extraordinaria. Pero, ¿cuántos de nosotros, mucho antes de estos  acontecimientos, no podíamos pasar frente al mostrador del carmicero sin sentir náuseas y malestar, mirándolo ya, con anticipación, bajo la óptica de los siglos futuros?

De hecho, llegará el día en que la idea de que los hombres del pasado, para alimentarse, hayan podido criar y masacrar a seres vivos y después exponer con gusto su carne en pedazos en las vidrieras, inspirará sin duda la misma repulsión que las comidas caníbales de los salvajes americanos, australianoso africanos, inspiraban a los viajeros del siglo XVI o del XVII.

La creciente moda de los movimientos en defensa de los animales lo atestigua:

cada vez percibimos con mayor claridad la contradicción a la que nos constriñen nuestros hábitos entre la unidad de la creación tal como todavía se manifestaba en la convivencia del Arca de Noéy su negación, por parte del mismo Creador, a la salida del Arca.

Es indudable que el hombre provoca directa o indirectamente la desaparición de innumerables especies y que otras están gravemente amenazadas por su culpa. Basta pensar en los osos, los

lobos, los tigres, los rinocerontes, los elefantes, las ballenas etc. además de las especies de insectos y otros invertebrados que, debido a la degradación causada por el hombre en el ambiente natural, desaparecen día a día.

Es también profética, y hasta un punto que ni siquiera Comte habría podido suponer, la imagen que ve a los animales de los que el hombre se nutre reducidos despiadadamente a la condición de trabajadores nutritivos. La crianza de regimientos de toros, cerdos, pollos, ofrece el ejemplo más terrible.

En este sentido, el Parlamento europęo ya manifestó su compasión.

Profética, finalmente, es la idea de que los animales de la tercera categoría concebida por Comte pasarán a ser colaboradores activos para los hombres, como lo prueban, hoy, los encargos cada vez más diversos que se confian a los perros de policía, la utilización de monos específicamente adiestrados para asistir a grandes inválidos, las nuevas expectativas a las que nos abren los delfines.

La transformación de herbívoros en carnívoros es también profética, el drama de las vacas locas lo prueba, pese a que, en este caso, las cosas no ocurrieron de la manera prevista por Comte. En primer lugar, la transformación que sufrimos tal vez no sea tan original como creemos. Se ha podido afirmar que los rumiantes no son verdaderos herbívoros porque se nutren sobre todo de microorganismos que, a su vez, se nutren de los vegetales, provocando su fermentación en un estómago particularmente adaptado.

Sobre todo, esta transformación no fue emprendida en beneficio de los animales que Comte llama auxiliares activos del hombre sino a costa de los que Comte definía como "trabajadores nutritivos". error fatal, contra el cual él mismo nos había puesto en guardia, porque -decía- el exceso de animalidad les sería nocivo. Nocivo no solo para ellos sino también para nosotros: confiriendo precisamente a los herbívoros un exceso de animalidad (imputable a su transformación no tanto en carnívoros sino, además, en caníbales) transformamos, sin duda involuntariamente, a nuestros "trabajadores nutritivos" en trabajadores mortíferos.

La enfermedad de la vaca loca todavía no llegó a todos los países. Me parece que Italia se ha mantenido hasta el momnento prácticamente inmune. Tal vez la olviden pronto: ya sea porque la epidemia se extingue sola, como predicen los expertos británicos; o porque se descubrirán nụevas vacunas o curas; o porque una politica de rigurosa prevención sanitaria garantizará el estado de buena salud de los animales destinados a la faena. Pero pueden preverse también otras situaciones.

Existe la sospecha de que, contrariamente a la idea que tenemos, la enfermedad  puede traspasar las fronteras biológicas entre las especies. Al afectar a todos los animales de los cuales nos alimentamos, podría afirmarse de una manera duradera y colocarse entre las enfermedes de la civilización industrial que compometen cada vez más la satisfacción de las necesidades de los seres vivos.

Ya respiramos aire contaminado. Contaminada también, el agua ya no es como creímos en una época, un bien disponible en cantidades iimitadas: sabemos que está racionada, tanto para la agricultura como para los usos domésticos. Desde que hizo su aparición el sida, las relaciones sexuales implican un riesgo fatal. Todos estos fenómenos perturban y perturbarán de manera profunda las condiciones se vida de la humanidad, anunciando una nueva era en la que se podría afirmar, como simple consecuencia, otro riesgo mortal, el de la alimentación carnívora.

Por otra parte, no es este el único factor que podria obligar al hombre a apartarse de ella. En un mundo donde la población global se duplicará probablemente en menos de un siglo, el ganado y los otros animales de crianza pasan a ser terribles competidores para el hombre. Se calcula que, en los Estados Unidos, dos tercios de los cereales producidos sirven para alimentarlos. Y no olvidemos que estos animales nos proporcionan, en forma de carne, muchas menos calorias de las que ellos consumieron a lo largo de su vida (la quinta parte, me dijeron, en el caso del pollo). Una población humana en expansión necesitará pronto para sobrevivir toda la producción cerealera actual: no quedará nada para la alimentación del ganado y las aves de corral, de modo que todos los seres humanos tendrán que copiar su propio régimen alimentario del de los indios y los chinos, donde la carne animal cubre solo una mínima parte de la necesidad de proteinas y calorías. Podría ser indispensable renunciar a ella totalmente porque, mientras la población aumenta, la superficie de las tierras cultivables disminuye por efecto de la erosión y la urbanización, las reservas de hidrocarburos disminuyen y los recursos de agua se reducen.

Al contrario, los expertos estiman que si la humanidad se hiciera integralmente vegetariana, las superficies ya cultivadas actualmente podrían nutrir a una población que fuera el doble de la actual.

Es singular el hecho de que, en las sociedades occidentales, el consumo de carne tienda espontáneamente a disminuir como si estas sociedades empezaran ya a cambiar de dieta alimentaria. En este caso, al disuadir a los consumidores de carne, la epidemia de la "vaca loca" no haría otra cosa que acelerar una evolución en marcha. Agregaría solo un elemento místico, identificable al sentimiento difuso de que nuestra especie está pagando por haber infringido el orden de la naturaleza.

Los agrónomos se encargarán de aumentar el valor proteico de las plantas alimenticias; los químicos, de producir proteínas de síntesis en cantidad industrial. Pero aunque la encefalitis espongiforme (tal el nombre erudito de la enfermedad de la "vaca loca" y de otras emparentadas) se afirmase en forma duradera, es de suponer que el apetito de carne no por eso desaparecerá. Satisfacerlo pasará a ser no obstante una ocasión poco frecuente, costosa y llena de riesgos. Japón conoce algo similar con el "fugu", pez de la especie de los tetrodóntidos, de un sabor exquisito, dicen, pero que, cuando es vaciado imperfectamente, puede constituir un veneno mortal.

La carne figurará en el menú en circunstancias excepcionales. Se la consumirá con la misma mezcla de reverencia piadosa y ansiedad que, según los antiguos viajeros, caracterizaba a los alimentos caníbales de algunos pueblos. En ambos casos se trata al mismo tiempo de ponerse en comunicación con los antepasados, y de incorporar, con el consiguiente riesgo, la peligrosa sustancia de seres vivos que fueron y pasaron a ser enemigos.

Al no ser rentable, la cría desaparecerá totalmente y la carne, adquirida en negocios de gran lujo, provendrá totalmente de la caza. Nuestros antiguos rebaños, librados a sí mismos, constituirán una caza mayor, como tantos otros animales y poblarán un campo restituido al estado bravío.

Por lo tanto, no podemos afirmar que la expansión de una civilización que se dice mundial uniformará el planeta.

Apiñándose, como ya vemos hoy, en megalópolis grandes como provincias, la población humana, difundida en un tiempo más capilarmente, dejará libres otros espacios. Dichos espacios abandonados definitivamente por sus habitantes, retornarán a las condiciones antiguas; en todas partes, los tipos de vida más extraños derivarán en hábitat. En vez de crear monotonía, la evolución de la humanidad acentuará los contrastes, creará nuevos, restableciendo el reino de la diversidad. 

Con la ruptura de hábitos milenarios, esa será la lección de sabiduría que, tal vez algún día, aprenderemos de las vacas locas.