1 de febrero de 2009

Decepcionando amigos






El autor del blog, con sus acostumbradas reacciones objetadoras, le responde a un amigo que le envió una nota de un ex ministro de minería salteño sobre la renuncia de Picolotti a la Secretaría de Medio Ambiente.






Mi estimado Alfredo.

Para qué uno manda mails sino para recibir un poco de aliento y superar, aunque sea por un instante, la maliciosa sospecha de que uno está en cosas infantiles impropias de un tipo de cierta edad.
Por eso es curioso, por ejemplo, que un amigo al cual le envié la nota sobre el día internacional del animal, me la devuelva, en un tono veladamente crítico, argumentando que a él solamente le interesa defender los derechos de las personas con discapacidad.
¿Será que, como Joaquín Sabina, lo mejor que hago es decepcionar a mis amigos?.,. …
¿Será que lo mejor que hago es decepcionar a mis amigos?, me preguntaba en el momento de responder tu mail.
Pero es que, con mucha sorpresa, no exenta de consternación, leí la nota (a la que se agregó otra de JFB ) sobre la renuncia o reemplazo de Picolotti a la Secretaría de Medio Ambiente.
Tengo que ser sincero, leerla y reconocerte coincidiendo con ella, me produjo un poco de vergüenza ajena.
Por eso sería injusto de mi parte no enviarte esta opinión.
No me explico cómo, partiendo de las mismas premisas, llegamos a conclusiones tan disímiles.
En primer lugar, no voy a referirme a la Picolotti y su gestión, de la cual me guardo la opinión, sino al artículo en cuestión….
Como la problemática del medio ambiente es fundamentalmente política (como la mayoría de las cuestiones que nos importan) y luego técnica, el hecho que el autor de la nota sea doctor en Ciencias Geológicas (y encima ex Secretario de Minería de Salta) no le da más autoridad para hablar del tema, más que a vos o a mí (quizás todo lo contrario).
De acuerdo al autor, la Picolotti superaría a la Alzogaray como la peor Secretaria de Medio Ambiente. Sin embargo, para aquellos que creemos firmemente que el imperialismo y sus socios nativos son los responsables de la decadencia argentina, sus críticas demostrarían todo lo contrario.
En primer lugar ¿qué emprendimientos productivos trabó? ¿La minera de Trelew? ¿La pesca sin control en el mar argentino? ¿La tala indiscriminada de bosques? Sería bueno saberlo.
Luego la acusa de ser la responsable de haber “lastimando profundamente la hermandad con el honorable pueblo uruguayo” por el conflicto con Botnia (empresa que funciona de acuerdo a estándares imperialistas, perdón,”internacionales”), pero no dice nada de Kirchner, que, en principio, actuó tardíamente y posteriormente permitió pasivamente el corte del puente internacional (entre otras conductas "políticamente incorrectas" por el estilo).
Continúa sus críticas por la oposición de Picolotti a la actividad minera, actividad imperialista por excelencia (se llevan todo y no dejan nada, nada más que contaminación, pobreza, y devastación).
Le imputa haber impulsado la ley de bosques que “condenaría a la miseria al NOA”, es decir, impediría la deforestación indiscriminada para la sojización.
Y finalmente le adjudica la responsabilidad por la ley de defensa de los glaciares,“correctamente vetada” por la Presidenta, dice él (vergozosamente vetada, digo yo y agrego: estos “pequeños detalles” hablan de la naturaleza de un gobierno mejor que mil palabras).
Es evidente que por los errores que le adjudica no puedo menos que sentir simpatía por ella, emoción que no sentía antes de leer la nota.
No tiene sentido extenderme demasiado, después de todo es un correo para alivianar sentimientos.
Para finalizar: Si no podemos enorgullecernos de lo que hemos hecho, que nos quede por lo menos el orgullo de lo que no hemos querido hacer.

Un abrazo