De manera que la patológica manía de comentar mis visitas a los hoteles debiera, en adelante, al menos relativizarse.
Sin embargo, es necesario entender que, aún no siendo un especialista, sino, apenas, un circunstancial usuario, la opinión puede serle útil a otro viajero. Y, también, al hotel.
Hotel Tehuelche, Esquel
“Un clásico”
Habitación cómoda, con amplio ventanal a la calle, una buena ubicación, el desayuno buffet de calidad,y la destacada atención, son los pilares que permiten, aún no siendo un hotel moderno, sostener una opinión positiva. Además, bueno el restaurante.
Hotel Cueva de las Manos, Perito Moreno
“Superó la prueba”Es difícil evaluar un hotel de paso en dos días de estadía. Sin embargo, el solo hecho de no tener críticas negativas habla bien del sitio. Las habitaciones cómodas, con vista al exterior, la limpieza y el orden, ocultan, por ejemplo, el pobre desayuno y la falta de amenities.
Hostería El Paraíso, El Chaltén
"Carácter"
En un pequeño y nuevo pueblo de montaña no podemos imaginar, y ojalá nunca lo sea, un gran hotel, típico de grandes ciudades. El Paraíso cumple acabadamente con el precepto de armonía con la naturaleza circundante.
Pequeño, cálido, mucha madera, ordenado, limpio, con habitaciones cómodas y excelentes vistas. Y, en este caso, lo que abunda no daña, muy buena atención, excelente desayuno, con exquisitas tortas artesanales, y el restaurante, sobresaliente.
Terminamos rendidos ante tamañas evidencias.
Hostería Posta Sur, El Calafate
“Hostería de colección”
Los méritos de la hostería: arquitectura moderna pero absolutamente armónica con el entorno. En un lugar abierto, pero cerca del centro. Y el interior, sobre todo el lobby, en armonía con el buen gusto y la comodidad.
Hotel Rayentray, Puerto Madryn
"Veredicto favorable"
La entusiasta y apretada síntesis amateurs le cabe ahora al Rayentray, en la bella ciudad de Puerto Madryn.
Entre las costas marítimas y la ciudad de fondo, se erige este monumental hotel.
Con un diseño arquitectónico que permite que todas las confortables habitaciones tengan balcón y vista al mar. Y los pasillos alfombrados de acceso a las mismas con múltiples ventanales orientados al casco urbano.
La visión del mundo circundante desde los ventanales y balcones estimulan el ánimo.
Para comenzar no es poco.
Impresiona, además, la moderna entrada. Y el espectacular lobby que incita al hedonismo.
No alcanza para desacreditarlo su lejanía del centro. Al contrario, sus virtudes no podrían percibirse.
Es verdad, el desayuno es pobre para golosos exigentes. Pero la cena, contratada con media pensión, superó expectativas. Buena calidad del servicio, desde la comida al personal.
En definitiva, cotiza bien la potencia de sus atributos.
